Hara - Kiri

Expectoraciones del alma que convierto en letras


La vida transcurre como una sucesión interminable de escenarios repetidos

El ejército de mariposas aturdidas que han dirigido mi existencia nunca han sido suficiente para roer los lazos que han atado mi destino

Llevo escrito en la sangre el camino exacto que debo recorrer, y es inmutable, no puedo cambiarlo ni siquiera con toda la fuerza de mis deseos.

Puedo leer entre las líneas de mis manos el tiempo preciso que he de vivir, por eso sé que no es otra cosa que la proximidad de la muerte la que me susurra sin falta en cada tictac sin regreso del reloj.

Es el tiempo, el que sin tregua me cobra el impuesto por todos los instantes perdidos, el que me recuerda, que los sueños que con inocente devoción alimentamos cuando niños no coinciden siempre con el plan que llevamos escrito en la frente desde el momento en que fuimos escupidos al mundo.

Hace mucho tiempo que dejé de tener prisa porque todos los lugares que llamaba con mi nombre se volvieron extraños, dejaron de ser míos y ahora no hay a donde ir.

Todos los personajes que alguna vez me miraron a la cara con la mirada radiante de la felicidad ahora son solo pálidos fantasmas de un pasado lejano.

Quisiera comerme la vida a dentelladas, pero ella no se cansa de huirme

Quisiera que la fuerza de mis pasos hiciera temblar el suelo por donde camino, pero solo se me permite caminar de puntillas

Quiero cantar canciones alegres, pero mi voz entrecortada solo conoce tonadas tristes

Quiero bailar hasta que el alba me descubra eufórico zapateando en el salón de baile, pero mi pareja siempre me abandona desde antes de las doce

Quiero que estos hilos que me sostienen cual lastimera marioneta de circo, se rompan de una vez, o terminen de ahorcarme por fin.